viernes, 10 de julio de 2009

Ideas

uno

Alguna vez leí que el hombre no “toma” o “utiliza” ideas, más bien, las ideas “toman” o “utilizan” al hombre; muy cierto, pienso. Es curioso pensar que las ideas permanecen en lugares que no son lugares… uno podría pensar que están hechas de papel y tinta, que tienen una semántica, que alguien las imprimió y puso entre otras ideas o que alguien las grita en alguna protesta social en el Monumento a la Revolución… pero no, las ideas están hechas de algo que no se puede describir simplemente, algo que ni siquiera está dentro de las tres limitadas dimensiones en las que estamos acostumbrados a movernos. Viven allá, hechas de imaginación, de sueños, de devenires espirituales, fabricadas de costumbre, de antaño, de espacio y libertad… se mueven entre dioses, entre almas, en el vacío y tienen frío… están ansiosas por llevar su energía a un lugar cálido, un cuerpo, carne, que pueda ser su nuevo hogar y que le herede más hogar.

Las ideas quieren complemento, su mejor arte pasivo es la paciencia y su mejor arte activo es su capacidad impelente, su infinita energía y una línea directa hacia el mundo de donde ellas vienen. Ellas se alegran, se activan cuando al fin están completas y su complemento somos los humanos, únicamente. Así, nosotros somos, su material de trabajo, su tierra, su algodón húmedo. Como tierra nueva, hemos llegado inertes, inmaduros y vacíos pero también, con un enorme potencial y posibilidades infinitas de preparación para nuestro encuentro con ellas. Sólo los humanos preparados sabrán viajar—a lo más, brevemente—al mundo de las ideas y acorde a la fertilidad de su propia tierra, sabrá reconocer, llamar, conquistar y portar en sí a las hermosas ideas. La fusión se concreta.

Así pues, posibles huéspedes déjense enamorar; estriben en ser campos fértiles donde ellas crezcan y nos hagan a su forma, a placer.


dos

Peculiar mezcla la que resulta de un alemán de centurias pasadas con nociones muy profundas de budismo. La herencia que Hesse deja en "Siddhartha" es valiosísima… me imaginé posteando simplemente “wow” en los reviews de Amazon o en algún lugar para que alguien lo lea y le den ganitas de darle una hojeada. Quizá pueda descubrir la idea del “ascetismo” y se deje dominar por ella y así, avancemos un paso más hacia lo que Eckhart Tolle—otro Alemán—llama “el despertar” de la humanidad.

lunes, 6 de julio de 2009

Lejos de mí...

Me he alejado de mí. He elegido caminos que me llevan lejos de mi "yo". Me veo lejos, muy lejos. Caminé hacia donde no sabía y lo hice sin mirar atrás. La música enmarcó el momento y una sonrisa era el único paisaje que se podía sentir entonces.

A pesar del sobre-equipaje entre orejas, ya estoy--eso creo--del otro lado del salto cuántico. Fue un dolor dulce que se ha convertido en un alivio perdurable.

Es curioso cómo cuando te alejas de ti, te acercas a ti. ¿Ya lo pensaron? El simple hecho de retirarte de tu ser, te coloca única y ineludiblemente, de nuevo contigo; solo, pero contigo.

Ese punto en el no-espacio llamado "yo", y todas sus posibles acepciones y relaciones, son la cuestión.

En esas me encuentro, descubriendo que esto es un círculo, un ciclo. ¿Qué raro no? Una vez más, resalta nuestra estrecha relación con la naturaleza, a pesar de que la ignoremos y la menospreciemos tanto, dentro de una urbe como ésta. Ojalá nunca olvidemos que de ella venimos y hacia ella vamos.

En esta etapa, me pregunto: ¿Será posible que uno pueda alejarse tanto de uno mismo que deje de sentir todo? ¿Será posible omitir los sentidos y los pensamientos y los ruidos y el pasado y el futuro? ¿Será posible pausar a placer esa máquina automática de interpretación sensorial que nos regaló el creador?

No lo sé. Pero qué divertido será buscar respuestas y compartir. =)

Bienvenid@s.