Recuerdo
Cuando pienso en ti, me abraza el recuerdo,
renace la melancolía y crece la soledad.
Estás en cada cosa: el pájaro que canta,
el grillo nocturno, la nube delante del Sol,
la plática ocasional, el humo del cigarrillo,
la canción preferida, el saludo matutino
y hasta en el aire que respiro.
Divino fantasma, fantástico espejismo
pisas mis huellas, me envuelves, aire,
acechas cada pensamiento,
remolino en mi cabeza; eres un suspiro,
un sorbo de luz, me robas la calma
y me apacigüas el alma.
Hermoso canto de viento, brisa nocturna,
insomnio agradable, tomas mi mente
arruyas mis sueños, vives en ellos;
flecha certera clavada en mí,
duele sacarte, me resigno a morir;
acepto, me venciste, pues ahora pienso:
más vale adorarte, que sufrir para siempre,
tratando inútilmente olvidarte.
Héctor Miranda.
10 – IV – ’99